Cuenta la leyenda que una princesa maya se enamoró de un hombre al cual no se le permitía casarse. Por lo que, con el corazón roto, lloró noche y día su amor prohibido. Un shaman, escuchando sus llantos y compadeciéndose de su miseria, la transformó en un brillante escarabajo, una hermosa joya viviente. Su amado lo prendió en su pecho. Desde entonces, ella pasó el resto de su vida cerca del corazón de quien tanto amaba. Esta es la leyenda del makech.
Estos grandes escarabajos pasan la mayor parte de su vida como larvas, su transformación en adultos marca el fin de su existencia.Una vez desarrollados, dejan de comer, respirar, y mueren. Los yucatecos lo decoran con piedras brillosas y les colocan una pequeña cadena de oro para poder prenderse.

[Sacado de: Diario de Yucatán]