Hoy fue un día raro de tren, o sea se rompió la monotonía de siempre... Entro y veo a un señor con un montón de cajas de zapatos sentado mirando al piso... si, ya sé eso por ahora es normal, pero lo anormal viene cuando arranca el tren, el señor se levanta y mira hacía la ventana y empieza a hablar, murmuraba al principio, pero después decía cosas re claras, le hablaba a su reflejo en el vidrio.
Una persona q estaba junto a él, lo mira de arriba abajo y se va, mientras se iba, patea sin querer el montón de cajas de zapatos, él señor se da vuelta lo mira, le regala una sonrisa y le dice: - Ya sé, mañana te prometo q voy, dejá de preocuparte por mi...
La persona se lo quedó mirando y antes q le pudiera contestar, el señor ya estaba de nuevo conversando con si mismo, comentándose q la gente cada vez esta más loca... así siguió hasta q me bajé, cantando tango, autocontandose chistes y repitiéndose una tras otra q no hay nada como un buen tinto...